La cocina es una de las estancias más importantes del hogar y la necesidad de su uso diario hace que siempre deba presentar las mejores condiciones. Inevitablemente el paso del tiempo puede mermar sus prestaciones y es entonces cuando es necesario un cambio o renovación. Las reformas de cocina son los trabajos más solicitados y en ellos deben tenerse muchos factores en cuenta.
La nueva distribución de la cocina, el mobiliario que la conformará o los nuevos electrodomésticos con los que se equipará son aspectos básicos a tener en cuenta. Del mismo modo otros elementos cobrarán importancia y uno de ellos es el suelo de la cocina. Las actividades que se realizan en ella exigen un pavimento resistente, que ofrezca un mantenimiento sencillo y que encaje con el diseño interior.
Gres e hidráulico
El suelo de la cocina se limpiará con frecuencia, pues es inevitable que a la hora de cocinar se ocasionen manchas. Por esta razón la superficie de la cocina debe ser fácil de mantener y resistente a los productos de limpieza. Otra característica a tener en cuenta es que cuanto más lisa sea, aportará mayor sencillez a la hora de su mantenimiento.
En cocina ubicadas en estancia independiente podremos optar por suelos que se combinen bien con el resto de elementos de la estancia. En este sentido el pavimento de gres aporta la superficie indicada y una amplia gana de posibilidades en cuanto a colores y acabados. Por otro lado también podemos decantarnos por el pavimento tipo hidráulico. También se trata de un suelo de superficie lisa, pero con el que conseguiremos dotar a la estancia de personalidad gracias a sis dibujos y colores variados.
Suelo de parquet
Actualmente las cocinas de concepto abierto son una de las opciones más escogidas para una reforma de cocina. En este caso deberemos tener en cuenta que tipo de pavimento se ha colocado en los espacios anexos a la cocina, ya que se puede generar un contraste extraño. Por ejemplo, si en el salón o en el comedor nos hemos decantado por colocar un suelo de parquet, éste puede extenderse también a la cocina.
Una de las ventajas actuales es que un pavimento de parquet laminado no exige los cuidados de la madera natural, por lo que no se debe descartar como suelo de cocina. A su vez, también se puede marcar la diferencia de estancias cambiando de parquet a gres o hidráulico. Para ello el asesoramiento de diseñadores de interiores experimentados nos será de gran ayuda.
Suelo de cocina
Obviamente hemos comentado tres opciones prácticas para cambiar el suelo de la cocina, aunque la elección dependerá de los gustos y necesidades de cada uno. Aún así, ante la duda no dejes de tener en cuenta estas opciones, pues garantizan las mejores prestaciones en una cocina.
Articulo procedente de : planreforma.com
