La técnica para acuchillar el parquet es un arte que realizaban los maestros ebanistas para renovar los suelos de parquet deteriorados por el uso intensivo. La antigua técnica de acuchillar el parquet, consistía en quitar la capa de barniz, a mano, con cuchillas y luego lijarlo hasta quitarle todas las marcas y manchas que pudiera tener. Después se tintaba, si era el gusto del cliente, para cambiarle el color y se aplicaban varias capas de barniz, para lograr una superficie perfectamente lisa y brillante o mate. Esta forma de trabajar todavía se utiliza en pequeños paños de parquet que se quiera restaurar, en suelos muy valiosos, en casas catalogadas, palacios o museos que requieran una restauración como obra de arte.
En la actualidad cuando necesitamos acuchillar el parquet, este proceso se lleva a cabo utilizando una moderna maquinaria. Las lijadoras empleadas disponen de un poderoso sistema de aspiración que absorbe todo el polvo y virutas de madera que se produce durante el proceso.
Cuando se trata de acuchillar el parquet de grandes superficies, se utiliza una maquina lijadora de banda o de rodillo. Tiene el aspecto de las limpiadoras de suelo que estamos acostumbrados a ver en los supermercados. El operario va realizando pasadas, decapando y luego lijando la superficie. Hasta conseguir un aspecto homogéneo del parquet. Sin arañazos, marcas, ni manchas. Los bordes, desniveles y peldaños son difíciles de lijar. Para ello se utilizan lijadoras radiales o de cinta, pequeñas. Y siempre los últimos detalles se realizan a mano, con afiladas cuchillas y luego lijado con taco y papel.
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