Si estás entre ese 65% de usuarios de bañera que se plantea dejarla atrás para ganar espacio y hacer del cuarto de baño una estancia más moderna y accesible, te damos las claves para que encuentres el equilibrio entre diseño de vanguardia y funcionalidad. Hoy día, las duchas integradas en el pavimento son las que marcan la pauta en cuanto a confort y estética. Además, gracias a soluciones inteligentes resultan muy fáciles de instalar.
Cuidado con los materiales de la superficie del plato de ducha
La decisión no es tan sencilla como cambiar la bañera por el plato de ducha. Es preciso dar con un material de calidad para la superficie, que por sus cualidades antideslizantes proporcione total seguridad sin tener que recurrir a esterillas o parches adhesivos. Esta superficie debe ser suave y cálida al tacto.
Sin rebordes en el contorno para ganar en higiene
El plato de ducha debe tener una transición sin rebordes hacia el desagüe, así como en su contorno, ya no solo para que estéticamente quede el baño mucho más armonioso, sino para evitar que esos rebordes puedan acumular suciedad y malos olores. Así nos aseguramos un espacio mucho más higiénico y fácil de limpiar.
Sin atascos en el desagüe
Si se prefiere que el suelo del baño sea una superficie continua, sin interrupciones en el pavimento, se puede optar por una ducha de obra integrada. Existen soluciones de desagüe muy innovadoras. Hay sistemas que hacen desaparecer el agua por detrás de la pared mediante un sistema de sifón empotrado.
Hay canales que impiden la acumulación de suciedad al evacuar el agua a través de un pequeño colector. Cualquiera de las dos son seguras y fáciles de instalar. Lo mejor es que lo único que quedará a la vista será un embellecedor que esconde un filtro anticabello, muy fácil de retirar para limpiarlo, y que impide las obstrucciones con total efectividad.
Articulo procedente de : fotocasa.es
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