¿Es nuestra casa un reflejo de nosotros mismos? Definitivamente, sí. Nuestros hogares son nuestro refugio personal, ese espacio de intimidad donde más cómodos nos sentimos. Por eso, los libros, las fotos, la decoración e incluso la disposición de los elementos en nuestro cuarto de baño dicen mucho sobre nosotros.
Porque, según el momento de nuestra vida, esperamos cosas distintas de nuestro hogar. Así, mientras los ‘singles’ o las parejas sin hijos buscan un espacio donde la estética es muy importante, las prioridades cambian para las familias con hijos, donde conviven diferentes realidades y la funcionalidad se convierte en el factor esencial. Por no hablar de los hogares de las personas mayores, que exigen estancias accesibles, adaptadas y de gran calidad.
Baños distintos según las necesidades vitales
Precisamente, el baño es el espacio de nuestra casa que mejor representa esa evolución marcada por nuestras necesidades vitales. Los solteros y las parejas sin hijos se decantan habitualmente por baños pensados desde la estética, la innovación y la calidad de cada uno de los elementos que lo componen. Además, también valoran aspectos prácticos como la facilidad de limpieza, la sostenibilidad o el ahorro de espacio.
Por su parte, las familias con hijos viven el baño como un espacio de juego e interacción, donde es necesario crear una atmósfera de complicidad y recreo. Persiguen una estancia viva, que evolucione, donde convivan necesidades adultas, infantiles e incluso adolescentes. Por eso, priorizan un baño que considere a los más pequeños, que sea cómodo, sostenible y también fácil de limpiar.
Y nuestros mayores, en su caso, buscan cuartos de baños seguros. Que se adecuen a las dificultades que trae consigo la edad, que les aporten confianza. Espacios adaptados, de fácil acceso, que respondan a sus necesidades, donde es preferible que desaparezcan elementos como la bañera y el bidé.
Hombres y mujeres, baños distintos
Pero, nuestros baños no solo hablan de nuestra edad, sino también de nuestro género. Los hombres sienten este espacio como una estancia más de la casa por la que hay que pasar para cuidar aspectos de higiene personal y así lo plantean. Sin embargo, las mujeres mayoritariamente aspiran a un baño más cercano y experiencial, donde poder relajarse. Pues es para ellas el escenario ideal para mimarse, cuidarse, e incluso realizar terapia.
Así, atendiendo a cada una de estas necesidades reales que marca la etapa vital en la que nos encontramos, algunas marcas ya han lanzado propuestas sofisticadas e innovadoras diseñadas a medida. De ahí que elementos como los inodoros bidé, las duchas sin obstáculos, los acabados fáciles de limpiar o las cisternas empotradas con pulsadores de diseño sean algunos de los elementos que nos debamos plantear incorporar en nuestro baño en algún momento de nuestra vida.
Articulo procedente de : fotocasa.es
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