Los suelos de parquet son los grandes aliados de la decoración en el hogar, pues aportan elegancia, diseño y calidad. Sin embargo, requieren unos cuidados y tratamientos especiales para mantener su aspecto y brillo iniciales.
Si has instalado un suelo de madera en casa pero no sabes cuál es la mejor manera de realizar una limpieza eficaz y segura, lo primero que debes saber es a qué tipología de suelo corresponde. Por ejemplo, no exigen el mismo cuidado los suelos de parquet de madera maciza que una tarima flotante, pues los segundos tienen un acabado más sufrido y resistente.

Suelos de parquet macizo
Fabricados a partir de madera natural son, sin duda, la elección más tradicional de suelos de madera. Podemos pegar el parquet directamente al suelo, pero requiere de unos cuidados específicos, ya que es muy sensible a la humedad. La mejor herramienta para limpiarlo es una mopa seca, para evitar manchas derivadas de agua. Al ser de madera maciza podremos lijarlo, de manera periódica, dejándolo siempre como nuevo.
Suelos de parquet de madera natural
En contra de lo que pudiera parecer, el mejor método para desinfectar y dar brillo a un suelo de madera natural es limpiarlo simplemente con una bayeta humedecida con agua y vinagre. Se desaconseja la aplicación de cera, pues con el tiempo crea una película opaca muy difícil de eliminar.
Los suelos de madera natural son preciosos pero muy delicados, por eso debemos evitar andar sobre ellos con calzado de calle, especialmente con tacones, pues es fácil que se produzcan rayas o manchas en la madera.
Suelos de tarima flotante
Se trata de un tipo de suelo mucho más resistente que el parquet de madera maciza o natural. La tarima flotante no requiere un cuidado ni una limpieza tan intensivos. Fabricada a partir de fibras de madera, posee las mismas cualidades de aislante térmico y sus diseños son igual de vanguardistas. No es necesario pegar las tablillas al suelo y su coste es inferior.
Para su limpieza deben evitarse los productos agresivos, de manera especial los que contengan ácido en su composición, ya que restan brillo. Una gran aliada para la limpieza diaria de este tipo de suelo es la aspiradora. También admite un fregado semanal con un jabón neutro o usar bayetas o fregonas humedecidas con agua y vinagre. Eso sí, es importante que éstas estén bien escurridas para no dejar manchas de humedad.
Articulo procedente de: mujerdeelite.com

Comments